Por Maximiliano Serra
El equipo de Gastón Cravero tuvo una tarde redondita en el Fortín de la Rivera, venció al rival de siempre en las dos categorías y recuperó la punta del torneo. El único gol del partido fue marcado por Matías Casales
Un clásico raro, donde paso más afuera de la cancha que adentro. Después de un recibimiento espectacular de las dos hinchadas, no se habían jugado cinco minutos, y el árbitro paró el partido porque la parcialidad visitante prendió fuego sobre los miles de papelitos que había en la cancha.
Después de 15 minutos donde los jugadores, dirigentes y jueces hicieran de bomberos, se reanudó el partido y en la primera de cambio, en una jugada sucia, dónde la defensa del Sportivo entró dormida, apareció en el área Casales para capitalizar una seguidilla de rebotes y mal rechazos y puso a los 21 minutos, el único gol de la tarde.
Un primer tiempo parejo, donde al principio, los ánimos se caldearon y para colmo los protagonistas no colaboraban mucho. Patadita que va, simulación que viene y parecía que el clásico se desbordaba, pero se fue tranquilizando de a poco y aparecieron alguna que otra jugada de peligro.
Se terminó la primera etapa, con la mínima ventaja para el Cultural que se mostraba con un poco más de ambición arriba y muy seguro atrás para contener al Sportivo.
El segundo tiempo comenzó chato y se fue prendiendo de a poco. El Cultural no podía encontrar su juego y se dedicaba a defender y salir de contra. El Rojo tenía la pelota, pero sus intenciones se diluían en los metros finales.
El Rojo buscó el empate del minuto uno, pero no encontró sociedades en ningún sector de la cancha y sus ganas no eran suficiente para doblegar al rival, los arqueros de ambos lados eran figuras, no por grandes atajadas, pero si por la seguridad y firmeza que mostraban en cada centro que cortaban.
En los últimos minutos el Rojo jugado por jugado dejó espacios atrás y recién pudimos ver un ida y vuelta que generó algo más de peligro. Pudo ser el empate matador y también pudo liquidarlo el Cultural.
Final de un partido con mucho carnaval afuera y pocas luces adentro. Triunfo para el que no se descuidó atrás y pudo sacar ventaja.
